viernes, 2 de octubre de 2009

Los animales y los toros...


Nunca he sido un gran amante de los animales y en realidad he tenido muy pocas mascotas en mi vida… cuando era niño tuve las clásicas tortuguitas que te vendían en los mercados, me gustaba jugar con ellas y creo que hasta nombre tenían… pero terminaron aplastadas por la pisada de algún primo despistado… no me gustan los gatos y los perros muuuy poco, de hecho solo he tenido uno y era un pequines muy pequeño que duro muchos años con nosotros, aunque casi no jugaba con el, me gustaba decir y sentir que tenia un perro… ahora me ha pasado por la cabeza tener una mascota, pero desecho la idea inmediatamente, ya que si no lo cuidaba como debía en México, mucho menos ahora que estoy por acá…

Aquí en Madrid me ha sorprendido y agradado mucho la cultura que tienen hacia el cuidado de sus animales, les dedican tiempo para caminar, por la noche ves mucha gente con sus perros, la gran mayoría son perros “educados”, no como en México… que a veces no sabes si se te van a corretear o lanzarte un par de mordidas jajaja… la verdad, en ese aspecto están muy pero muy por delante de nosotros, debemos tomar nota… PERO… de lo que estoy sorprendido es de la cantidad de excremento y residuos que dejan los perros!!!... por donde vivo, se supone que es una zona “bien”, pero a veces parece campo de minas y tienes que estar cuidándote de no pisar una… y digo que me sorprende eso, por que incluso el ayuntamiento de Madrid ha puesto en las calles pequeños contenedores para tirar ahí los residuos de los canes, incluso ahí mismo puedes agarrar las bolsas!!... pero la gran mayoría no lo hace a pesar de que se podrían hacer acreedores a una multa considerable… pero en general, la gente de Madrid y de España se muestra como gente muy civilizada dando un trato mas que digno a sus animales… pero… y los toros?...

Hay grandes campañas para la protección de especies, organizaciones y personas realmente comprometidas con los animales y a veces me quedo sin palabras cuando ese tipo de personas que se conmueven con la agonía de un pajarito que se cayo de su nido o tiemblan ante los sufrimientos de un perro, acuden sin embargo gozosas y expectantes a salpicarse de la sangre de un toro en nombre de una fiesta... no niego que cuando yo estaba en México sentía mucha empata por la fiesta brava, llegue a ir con papá y con mi abuelo a la plaza de toros de mi ciudad e incluso he ido varias veces a las Ventas… pero creo que ahora mi perspectiva ha cambiado un poco, no tanto por la fiesta taurina como tal, sino por las fiesta pueblerinas donde uno de los ejes principales son los toros… en especial dos fiestas casi de apariencia medieval donde se destazan a los toros con una violencia y gusto desmedido… en algunas localidades, sus administraciones han anunciado que suspenderán los festejos con toros en las fiestas de sus pueblos, no por que estén en contra de ello, sino argumentando los altos costos de dichos festejos y que en tiempos de crisis no es prioritario hacer ese tipo de gastos… y la gente se “prende”, casi ponen de su bolsillo, por que a palabras de los mismos habitantes, orgullosos manifiestan que después de cientos de años de “tradición”, nadie y mucho menos la crisis les puede quitar su fiesta y sus toros!!!...

A mi forma de ver… No hay excusa cultural, tradicional o económica que lo justifique…. Uno de los dos casos aberrantes que menciono, se le conoce como el Toro de la Vega que se destripa en Tordesillas; esta actividad junta todos los estigmas de la barbarie… pseudos jinetes a caballo provistos de lanzas, seguidos y aclamados por una multitud ansiosa, acorralan, lastiman y matan con lanzas a un toro en los alrededores de la localidad; incluso premian al tipo que consigue el grandísimo honor de dar muerte al animal con su lanza…

Para mí, resulta irrelevante qué sentido ritual o mítico pueda tener el Toro de la Vega y, por extensión, cualquier maltrato y muerte de un animal. A todos los efectos, la barbarie debe explicarse sencillamente porque un grupo de personas desean maltratar y matar al toro o contemplar como muere. Eso debería ser un delito, porque es una regresión individual y colectiva y porque contamina un espacio público con esta brutal actividad…

Hay muchas manifestaciones en contra de estos festejos, incluso la gente que espera estas fiestas actúa de manera violenta contra dichos manifestantes, incluso sin importar que este año ha habido mas de 14 fallecidos en esos festejos… y por lo tanto, si eso no causa conciencia, me parece difícil y casi imposible llegar algún día a suprimir esa carnicería… ya que hay mucho erudito y sabio de pueblo que vive de exaltar las profundas raíces del festejo sangriento, mucho desocupado mental que espera ese día como el momento más excitante de su vida, dispuesto a contar una y otra vez durante todo un año como se acercó a 20 metros del toro y mucho viajero y turista barato dispuesto a bañarse en esta exótica aventura española... con estas actividades, la moral de la gente que participa hace tiempo parece que desapareció o se entregó al recurso del pan y circo romano…