viernes, 8 de noviembre de 2024

Inundaciones en Valencia, el Silbato de la Conciencia


El eco de las botas sobre el césped, la euforia de las gradas, la tensión de una jugada… el fútbol, un bálsamo para muchos, un escape de la realidad. Pero ¿qué sucede cuando la realidad golpea con la fuerza de un desastre natural? En las recientes inundaciones que azotaron Valencia, esta pregunta resonó con una intensidad particular.

Por un lado, la vida sigue su curso. El mundo no se detiene, ni siquiera ante la tragedia. El fútbol, como cualquier otra actividad, genera empleo, entretenimiento y cohesión social. Suspender una liga entera podría tener repercusiones económicas significativas para clubes, jugadores y ciudades. Y es cierto, la vida debe continuar, pero ¿a qué costo?

Por otro lado, está la humanidad. Las personas que lo perdieron todo, que viven el dolor de la pérdida, que luchan por reconstruir sus vidas. En este contexto, ¿es ético continuar con una actividad que, si bien es importante, no es esencial? ¿No sería más apropiado mostrar solidaridad, empatía, y posponer momentáneamente el espectáculo para centrarse en la emergencia?La ética, en este caso, se convierte en un terreno movedizo. No hay una respuesta sencilla, ni una fórmula mágica. Cada persona, cada club, cada aficionado, tiene su propia visión y sus propias prioridades. Pero es innegable que la decisión de jugar o no en medio de una tragedia pone de manifiesto valores profundos, como la solidaridad, la empatía, el sentido de comunidad.

La literatura nos ofrece múltiples ejemplos de cómo el deporte, y en particular el fútbol, refleja los valores de una sociedad. Pensamos en el fútbol como un microcosmos de la vida, donde se enfrentan pasiones, ambiciones y desigualdades. En este sentido, la decisión de jugar o no tras las inundaciones de Valencia es un reflejo de cómo se valora la vida humana frente a otros intereses.

Con el poder de convocatoria que el balompié tiene, el silbato del árbitro, en este caso, se convierte en un símbolo. ¿Debe sonar para dar inicio al partido o para llamar a la reflexión? La respuesta, como hemos visto, es compleja y depende de múltiples factores. Pero una cosa es cierta: el fútbol, más allá de ser un juego, es un espejo de nuestra sociedad. Y como tal, tiene el poder de generar debates, cuestionamientos y reflexiones profundas sobre lo que realmente importa.

En definitiva, el dilema que plantea el fútbol en medio de un desastre natural nos invita a preguntarnos: ¿Qué tipo de sociedad queremos construir? ¿Una sociedad que prioriza el espectáculo o una sociedad que pone a las personas en el centro? La respuesta a esta pregunta nos ayudará a construir un futuro más justo y solidario.

Pero, la respuesta a esta pregunta no es sencilla y no admite una respuesta única y definitiva. Cada uno de nosotros, desde nuestra propia perspectiva, debe sopesar los argumentos y llegar a una conclusión personal. Lo que sí es cierto es que este tipo de situación nos invita a reflexionar sobre el papel del deporte en nuestro entorno y sobre los valores que queremos defender. El fútbol es mucho más que un juego. Es un reflejo de nuestra sociedad, de nuestros valores y de nuestra humanidad. Y en momentos como este, es nuestra responsabilidad asegurarnos de que ese reflejo sea digno de nosotros… Pero, tal como escribió Fernando Savater en su libro “Ética para Amador”: << Nadie es capaz de dar lo que no tiene, ¿verdad?>>



miércoles, 30 de octubre de 2024

Un patio de juegos en La Castellana

#JuegoProfundo


El fútbol, a veces, se empeña en regalarnos noches que trascienden lo meramente deportivo. La victoria del Barcelona en el coloso de Paseo de La Castellana, en el estadio Santiago Bernabéu fue una de esas. La pelota, esa esfera que encierra sueños y pasiones, rodó alegremente, impulsada por los pies menudos y corazones exultantes de los niños de la Masía que se apropiaron del templo merengue y cual kindergarten, lo transformaron en su gigantesco y alegre patio de juegos.

Niños con nombres que hasta hace poco eran desconocidos para el gran público, niños con nombres que suenan a futuro, a promesa, a ilusión, se pasearon por el césped madridista con la soltura de quien juega en su propia casa, La Masia, esa cantera que tanto ha dado al fútbol mundial, volvió a demostrar su inagotable caudal de talento. Lamine Yamal, con su desparpajo adolescente, Cubarsí y Casadó, con la inocencia de quienes descubren un mundo nuevo, y Pedri y Gavi, veteranos precoces, almas antiguas en cuerpos jóvenes, pintaron el marcador con colores azulgranas acompañados de Lewandowski, con su experiencia y olfato goleador, y de Rapinha, el brasileño que ha superado todas las expectativas en esta temporada, con ellos, han completado la fotografía de un triunfo contundente e indiscutible.

Hansi Flick, con su discreción y su pragmatismo, ha insuflado un nuevo aire al Barcelona. Un equipo con aire alemán, pero con chiquillos de la Masia que juegan bien, muy bien a la pelota. El “tiki-taka”, esa esencia que ha identificado al club, se ha fusionado con la intensidad y la precisión germánica. El resultado es un equipo que combina la belleza del juego con una efectividad implacable.

Por supuesto, aún queda mucho camino por recorrer. La temporada es larga y la competencia es feroz. Pero por ahora, podemos permitirnos el lujo de soñar. De alegrarse de este equipo joven y ambicioso, de estos niños que juegan al fútbol como si fuera recreo del primer día de clases. No sabemos si este proyecto alcanzará la gloria de un campeonato, pero lo que es indudable es que estamos asistiendo al nacimiento de algo grande. Un equipo joven, atrevido, que juega con una alegría contagiosa. Un equipo que nos hace soñar.

Por ahora, toca disfrutar. Disfrutar de estos niños que corren tras la pelota como si no hubiera un mañana. Disfrutar de su talento, de su pasión, de su valentía. Disfrutar de un fútbol que nos devuelve la ilusión. Hansi nos ha llevado del “tiki-taka” al “flicki-flacka” y parece que el Barça ha encontrado una nueva identidad sin perder su esencia. Y eso es lo que más nos gusta y nos divierte. Porque el fútbol, al final, es eso: un juego. Y estos jóvenes nos han recordado que lo más importante es divertirse.

Como decía Antoine de Saint-Exupéry en El Principito: “Todos los grandes hombres han sido niños alguna vez. (Pero pocos de ellos lo recuerdan)”. En el césped del Bernabéu, el Barcelona nos recordó que el fútbol es, ante todo, un juego de niños. Y que los niños, cuando juegan, son capaces de crear magia. Hoy, el futuro parece brillante.




lunes, 22 de abril de 2019

MUNDOS PARALELOS - MUNDOS OPUESTOS

De la columna: "JUEGO PROFUNDO"
Publicada en el periódico Plaza de Armas el 19 de marzo 2019


Mundos paralelos.
Mundos opuestos.

El escritor argentino Jorge Luis Borges, en uno de sus cuentos menciona que todos los pueblos son iguales, que todos tienen las mismas pretensiones y que lo único que los diferencia son sus recursos y lo que hacen con ellos. Cada pueblo se siente diferente y especial, e incluso, hasta en eso de creer que son distintos y especiales, son iguales.  Y a veces creo que tiene razón. Y es que, si lo analizas un poco, cuando piensas en cualquier pueblo o ciudad y lo comparas con el tuyo, hay aspectos en los que te identificas ya que encuentras aspectos similares, por ejemplo, en todos los pueblos hay tienditas en las esquinas; en todos hay un viejo que cuenta cuentos y da consejos, hay fiestas patronales, plazas para ir a dar la vuelta, glorietas, niños corriendo en los parques y campos de futbol llaneros, etc. Ante estas situaciones obvias es difícil contradecir lo de Borges. Y, sin embargo, a pesar de todas las similitudes, siempre cada uno de nosotros, en nuestro interior, seguimos pensando que no, que no son iguales, que nuestro pueblo es mejor y tiene algo que los demás no tienen, algo que, pase lo que pase, nos hace regresar cada vez que podemos.

Muchas veces hemos hecho el ejercicio mental de comparar a nuestros equipos de futbol con otros de otra liga, realizamos el ejercicio de imaginarnos en qué lugar se situaría nuestro equipo de futbol en una liga extranjera. Comúnmente y abusando de un desbordado positivismo, creemos que harían un papel más que digno o que incluso tendrían una participación destacada; nos gusta compararnos con los grandes. Cuando lo hacemos, comparamos nuestro futbol y nuestros equipos con ligas más desarrolladas y equipos poderosos y regularmente dicha comparación la hacemos con la liga española. ¿Por qué no nos comparamos con ligas más pequeñas? ¿Por qué no nos comparamos con alguna liga centroamericana o sudamericana? No, así no nos sabe bien ya que ahí nos imaginamos que nuestros equipos llegarían a romper la liga y así, (según nosotros) no tiene caso compararse.

Siendo sinceros, en realidad no tenemos factores como para intentar compararnos con los equipos de la liga española. La diferencia es tremendamente abismal; casi como la que nosotros imaginamos tener con respecto a las ligas centroamericanas; y por esa razón, todos esos ejercicios mentales son casi siempre ociosos. Con cierta gracia y ternura, observo como algunos medios de comunicación en Monterrey comparan a sus equipos con los equipos más poderosos de Europa, y sorprendentemente, dentro de sus pasionales análisis, sus equipos y jugadores nunca quedan mal parados.

La vida y el futbol son caprichosos y fruto de eso, en algunos momentos suceden cosas similares y es inevitable no ejecutar el ejercicio de comparación. Por ejemplo, La semana pasada, tanto en la copa, como en la liga, se dio el enfrentamiento de los dos equipos más populares de la liga española (y del mundo), Barcelona - Real Madrid; y curiosamente, en nuestra rocambolesca liga mexicana, una semana después, en las mismas instancias se dio el cruce de los dos equipos más populares de México: Chivas - América.

Si hablamos de la calidad de los jugadores, el resultado de dicho ejercicio de comparación es aplastante y doloroso y de cierta manera no tiene ningún sentido hacerlo. En ninguno de los 22 jugadores de nuestro clásico existe la calidad para estar en las filas de los equipos del clásico español y si comparamos la actitud de los jugadores, seguimos encontrando diferencias enormes.  En España, el Barcelona salió victorioso en ambos encuentros; en uno de ellos mostró pegada efectiva y en el otro mostró un juego más estético, efectivo y virtuoso y su rival, El Real Madrid, a pesar de mostrar destellos prolongados de calidad,  fue señalado fuertemente por la prensa española, se le criticó que algunos jugadores tuvieron poca ambición y sobre todo, se criticó el desorden y estilo de juego que mostraron, mencionaron que nada de eso es digno de un club con tal envergadura e historia. La prensa y su público cuestionan y recuerdan las malas decisiones de la directiva dejando ir a su jugador más importante a Turín, se criticó el poner a entrenadores que al parecer no entienden lo que significa estar al mando de ese equipo; directivos orgullosos que toman decisiones pensando en todo, menos en el éxito y en la continuidad deportiva. ¿y aquí en México? dos partidos con una calidad mediocre, jugadores sin corazón, partidos miserables tácticamente hablando. En los dos partidos, el América con un futbol escaso fue merecido e inobjetable ganador y las Chivas, con una directiva de risa siguen dando pena. Una directiva igualmente cuestionada por la prensa y sus aficionados por las decisiones en cuanto a la venta de jugadores emblemáticos y la salida por la puerta trasera de un director técnico que estaba totalmente identificado con el club y directivos con afán de protagonismo en twitter. Las Chivas no solo en estos dos partidos, sino en las últimas temporadas, con un estilo de juego pavoroso se han convertido en un especialista en romper el corazón de sus aficionados.

Perder o ganar un clásico es una oda a la exageración. La línea entre ser el mejor y el peor es muy delgada, no hay medias tintas. Este tipo de partidos te convierten en el mejor o en el peor en cuestión de minutos. Hace una semana, el Madrid seguía vivo en sus competencias. Hace una semana el Guadalajara seguía vivo en sus competencias, y hoy, ambos equipos están prácticamente sin posibilidades de ganar algo en esta temporada. A pesar de la opulencia y campeonatos de su club, el aficionado del Madrid ha tenido una semana funesta. A pesar de los campeonatos e historia de su club, el aficionado de las Chivas ha tenido una semana funesta. Te llames Real Madrid o Chivas las derrotas duelen y el aficionado las sufre.

Si trasladáramos las palabras de Borges al futbol sería lo mismo: los equipos de futbol son iguales en todo el mundo, todos tienen las mismas pretensiones: Ganar. Lo único que los diferencia son los recursos y las formas para hacerlo.

América y Chivas son iguales. Real Madrid y Barcelona son iguales. Monterrey y Tigres son iguales. River y Boca son iguales. U de Chile y U Católica son iguales. Gallos Blancos y San Luis son iguales Y nosotros, los aficionados, en nuestro interior, seguimos pensando que no, que nuestros equipos no son iguales, que nuestro equipo es mejor y que tiene algo que los demás no tienen, algo que, pase lo que pase, nos hace regresar a ellos cada vez que podemos.




Talentos.
De la columna: "JUEGO PROFUNDO"
Publicada en el periódico Plaza de Armas el 11 de marzo 2019



Talentos.

La palabra “Talento” tiene raíces etimológicas del latín talentum y del griego tálanton y esta palabra no fue originalmente creada para referirse a la capacidad o habilidad que posee una persona para realizar una actividad de manera sobresaliente, sino que en la antigüedad se conocía con ese término al plato de la balanza con la que se pesaba las mercancías en los mercados. En aquellos tiempos, se calculaba el precio a pagar por una mercancía en base al peso de la misma. Esto llevó a que comenzara a utilizarse de manera coloquial el término talento (medida de peso) también para llamar a una unidad monetaria (moneda); que además tenía gran valor. Por ejemplo, en la Antigua Grecia “un talento” equivalía aproximadamente a 20 kilos de plata.

Para encontrar el origen del concepto talento, como sinónimo de inteligencia, capacidad y aptitud de una persona para realizar una actividad, debemos acudir a la parábola bíblica (Mateo 25:14-30), la cual nos hablar de un hombre, que antes de partir de viaje, reparte unos talentos (monedas) entre sus siervos y a su regreso, cada uno le explica qué hizo con aquellos talentos y cuál fue el resultado. Dos de ellos lo invirtieron y sacaron buenos beneficios, doblando la cantidad inicial, pero un tercero prefirió guardarlo, temeroso de ser castigado por su amo si perdía el dinero. El amo premió y elogió la actitud de los dos primeros y castigo al otro. A partir de esta parábola, la gente comenzó a utilizar el término talento para destacar el intelecto y habilidad de las personas para desempeñar una actividad de manera destacada.

“Ese chico es muy talentoso”. Es una frase que se escucha con demasiada frecuencia dentro del ámbito futbolístico profesional. Es una frase que emociona y da esperanzas a los aficionados de tener entre sus filas una joyita que los represente y los lleve a conquistar las glorias y anhelos balompédicos soñados. No podemos mentir, todos los equipos, todos los amantes del fútbol soñamos con tener a esa figura en nuestro equipo; por esa razón, cuando un juvenil aparece fulgurosamente con talentos arriba del promedio nos entusiasmamos y ponemos nuestros deseos, nuestra fe y nuestras esperanzas en sus hombros.

Los mexicanos tenemos pocos futbolistas en la elite del futbol mundial; por esa razón, cuando Giovani Dos Santos muestra al mundo sus talentos y lidera a la selección nacional mexicana para ganar el campeonato del mundial sub17 de 2005, los aficionados los vimos como la luz al final del túnel que nos auguraba por fin tocar techos siempre anhelados.

La calidad mostrada desde sus 12 años, cuando fue fichado por el FC Barcelona sorprendió a todos. Ningún mexicano había nacido en la mismísima elite del futbol mundial. El 2 de septiembre del 2007, debuta oficialmente en la Primera División española ante el Athletic Club sustituyendo ni más ni menos que a Thierry Henry. Unas semanas más tarde, el 19 de septiembre, debuta en la Champions League ante el Olympique de Lyon, reemplazando a otra leyenda blaugrana, Xavi.

Gio, un jugador diferente con una calidad innegable, que también conquisto uno de los mayores logros futbolísticos para México: la medalla de oro en la olimpiada de Londres 2012. Un jugador con un perfil y calidad ajena al futbolista mexicano. Regate, descaro, velocidad, potencia, gol y asistencias... Estos eran los talentos que todos señalaban en el joven jugador y solo era cuestión de tiempo para que estas se pulieran aun mas y se multiplicaran, llevándolo al olimpo del futbol (y a nosotros con él).  Estaba destinado a ser uno de los héroes más importantes de nuestra breve historia de triunfos futbolísticos. Esos talentos, esa calidad deberían haber sido suficientes para llegar ahí y mantenerse en esa cúspide… pero, no fue así.
¿Por qué grandes talentos del fútbol se quedan por el camino o no cumplen con las elevadas expectativas creadas a su alrededor?
Albert Benaiges, quien durante 20 años fuera el responsable de la cantera del FC Barcelona, nos dice: “El talento es una de las cosas más importantes para triunfar en la élite, pero no siempre se desarrolla igual en todas las etapas del jugador. Hay futbolistas que de pequeños son una maravilla y no llegan por una cuestión física o por culpa de sus entornos”.

Oliver Martinez, psicólogo deportivo, menciona que hay dos conceptos clave en los que hay que manejar la inteligencia emocional para lograr el éxito y potenciar los talentos: el autoconocimiento y la capacidad de adaptación. La correcta aplicación de estos conceptos es lo que te ayuda a explotar tus puntos fuertes, pero sobre todo a minimizar tus puntos débiles.

En el libro: Los fuera de serie (Malcolm Gladwell), se llega a la conclusión de que el éxito es la combinación de cuatro factores: el talento, el trabajo, la oportunidad y la herencia. Por oportunidad se entiende estar en el lugar adecuado en el momento preciso. Y por herencia todo el bagaje físico y cultural que ha aprendido la persona por el solo hecho de ser hijo de quien es y haberse criado y educado de la manera que lo ha hecho.  Basándonos en esto, entendemos entonces que sólo el trabajo depende del propio individuo. El resto vienen dados. En otras palabras, llegar no depende sólo del deportista (por talentoso que sea) y no depende solamente del talento (juegan tres factores más).

Apenas hace 2 semanas nos enteramos de que el Galaxy ha rescindido el contrato a Gio y la pregunta es: ¿esto lo convierte en un fracasado? La respuesta depende del cristal con que se mire. Por un lado, sus talentos lo llevaron a tener los éxitos y el palmarés que sin duda lo convierte en uno de los futbolistas mexicanos mas exitosos. Pero por otro lado (como sucedió con la parábola), tal vez no supo incrementar sus talentos y termino siendo señalado como fracasado y sobrevalorado. Problemas de actitud, de adaptación y de motivación influyeron en él. Pareciera que los talentos festivos y ajenos a la cancha fueron mas importantes y mejor desarrollados por Giovani.

¿Y si en el medio futbolístico local nos pasa lo mismo? Hace 6 meses teníamos a un joven de 17 años como la nueva joya de la liga MX y hoy calienta una de las bancas del coloso del Cimatario.

 ¿Nuestros canteranos de Gallos Blancos tendrán la capacidad de incrementar sus talentos? ¿Se convertirán en esos héroes que esperamos? ¿O se quedaran como eterna promesa? Buena pregunta…

Sin duda, tener un talento es un privilegio, pero sin el esfuerzo no se pueden explotar y disfrutar a fondo sus beneficios.




Rey Midas.

En este espacio que tengo abandonado desde hace años, estaré subiendo el contenido de la columna semanal que se publica en el periódico Plaza de Armas, tanto en la versión impresa como en la versión On Line.

Empezare en orden cronológico, esta fue la primera, titulada: Rey Midas.
Fue publicada el 4 de marzo de 2019, una semana después del regreso de Víctor Manuel Vucetich a la DT de Gallos Blancos.


El Rey Midas.

Todo lo que toca, se convierte en oro.

El mito del Rey Midas, para quien no lo conozca, nos habla acerca del Rey Midas de Frigia, que gobernó en el territorio de la actual Turquía aproximadamente en el año 700 A.C., era un Rey obsesionado por la riqueza y la opulencia. La leyenda nos cuenta que todo lo que Midas tocaba con sus manos se convertía en oro; esto resultado de un deseo concedido por parte de Dionisios (Dios de la vendimia y el vino e hijo de Zeus), en agradecimiento por haber ayudado a Sileno, (amigo y compañero de jolgorios y excesos alcohólicos de Dionisios), cuando esté, se quedo dormido en uno de los majestuosos jardines de Midas.

Sin importar lo que fuera, cuando las manos de Midas se posaban sobre cualquier objeto, este se convertía en oro. Todo pintaba para ser dicha, pero cuando Midas intento comer, los mismos alimentos se convertían en el preciado metal antes de llegar a su boca. Por esta razón, y antes de morir de hambre, arrepentido, Midas pidió que ese don le fuera retirado y su deseo fue concedido.
Este cuento, es usado con frecuencia para tratar de aleccionar a los niños sobre los riesgos de la avaricia desmedidas y de los peligros que se encontraran si van en una búsqueda irracional tras de ella.

Victor Manuel Vucetich “Todo lo que toca, se convierte en oro”.

Con el mito cargando en sus espaldas, Victor Manuel Vucetich ha vuelto a Queretaro. El regreso del llamado “Rey Midas del fútbol mexicano” a la dirección técnica de los Gallos Blancos, entusiasma a una ciudad escasa de triunfos y de héroes futbolísticos. Entusiasma a un grupo de aficionados que intentaron acostumbrarse a una racha de triunfos que los hizo soñar en cosas mejores. Y digo, intentaron acostumbrarse, ya que después de contrataciones rimbombantes y de llegar a una final del futbol mexicano, pensaron que esto sería de alguna manera cotidiano. Y esto, desafortunadamente, no ha sido así. Después de esa final en 2015; en una vuelta de tuerca, el equipo volvió a su realidad; el equipo y sus resultados le dieron una cachetada de realidad a los aficionados. Ese equipo, volvió a ser el que históricamente ha sido: un equipo de torneos espesos, tristes y de contrataciones funestas. Un equipo sin alma. Definitivamente la vuelta a la realidad ha sido pasmosa, dura y cruel para esos aficionados.

Los golpes de realidad han calado hondo en el corazón del aficionado queretano que se resiste a creer que esa es su realidad; abogan a la pureza de sus sentimientos como afición como si eso fuera suficiente para que el equipo salga adelante aun con las evidentes carencias de calidad en sus filas y, sobre todo, con la falta corazón en los jugadores. De manera romántica alientan a su equipo y exigen volver a estar en los principales reflectores, pero esto, no se vislumbra que suceda pronto.

El aficionado de Querétaro se resiste a creer que la final del 28 de mayo del 2015 vs Santos de Torreón fue un accidente futbolístico donde por primera vez en su historia, los aficionados, jugadores, dirigentes y entrenadores estuvieron alineados en un mismo objetivo, en una misma emoción y en un mismo momento (factor importantísimo en el futbol, el momento). Se escucha fuerte decir que fue un accidente llegar a esas instancias, pero es la realidad; para Queretaro y su gente fue un bonito accidente, pero al fin y al cabo accidente.

La salida de Rafa Puente, un técnico joven, estudioso y virtuoso de discurso, ejemplifica aspectos preocupantes del futbol mexicano. ¿Qué cambio de una temporada a otra, para que el equipo no tuviera esa continuidad de juego y de identidad con el novel técnico? ¿Por qué no puede tener continuidad?; será acaso la mentalidad del futbolista de la liga mexicana?

Y a su vez, el regreso del “Rey Midas”, con ese triunfo inobjetable de tres a cero ante Morelia, entusiasma al aficionado y alimenta más su mito: “Todo lo que toca, se convierte en oro”.

Para Los Gallos Blancos de Queretaro, la presencia de Vucetich es un gran lujo por donde se vea. La experiencia, calidad y el factor humano lo convierten en “la joya de la corona” en estos momentos para el club. Y como tal, todo debe girar en torno a él.

Esperamos que el aficionado queretano tenga la sabiduría para no querer comparar esta nueva etapa de Vucetich con la primera en el club, ya que los momentos y sobre todo, la plantilla es radicalmente diferente; para esto, se requiere prudencia y calma para ir aceptando este nuevo proyecto. Proyecto que sin duda debe ir paso a paso, ya que seguramente no será tan eléctrico y mediático como la primera etapa de Vucetich (y Ronaldinho) en el cuadro gallo. Esperemos también que la ambición de resultados inmediatos del aficionado, no los confunda creyendo que todos estos horribles juegos de las anteriores jornadas cambiaran de un día para otro y que el estilo de juego se convertirá en oro inmediatamente.

Aunque, si hay alguien que lo pueda hacer, sin duda es nuestro “Rey Midas”.
Bienvenido nuevamente a Querétaro Vuce.



lunes, 24 de febrero de 2014

La Licenciada.




Terry tenía 5 años y estaba a punto de salir del kínder. Terry era un niño hiperactivo, siempre corriendo y causando muchas molestias a sus maestras y sobre todo a sus compañeritos, Terry era un clásico golpeador de kínder, en realidad se llamaba Luis, pero por todas las acciones mencionadas, era conocido como Terry por ser el niño más terrible de la escuela. Definitivamente era todo un patealoncheras.

 

Él vivía solo con su Mamá, su Papá por problemas legales no podía vivir con ellos. Su Mamá les contaba a todos que su Papá había hecho algunos trucos financieros que no salieron como el esperaba y que la Licenciada de la empresa donde trabajaba lo descubrió e hizo que la justicia tomara acciones legales contra él. Había sido un proceso largo y doloroso en todos los sentidos para la familia de Terry, sobre todo en el económico, ya que toda la familia estaba acostumbrada a vivir con esplendor y ahora con el
Papá de Terry en la cárcel, todo era más difícil… la Mamá de Terry siempre molesta y triste culpaba a esa maldita licenciada…

 

La realidad era que el Papá de Luis no estaba la cárcel, él se había enamorado de alguien más y los había abandonado, su Papá se había ido con la Licenciada de la empresa donde trabajaba y la Mamá de Luis no soportaba eso, estaba tan herida y humillada que mejor se inventó ese cuento de la cárcel para no quedar como tonta, decía que prefería quedar como la esposa de un criminal, que como una cornuda abandonada…

Luis no entendía que pasaba, ni sabía que significaban todas las palabras y conversaciones que oía acerca de su Papá… Él no sabía nada acerca de cárceles, ni de licenciadas, pero estaba seguro que era algo muy muy muy malo, tan malo que se había llevado a su Papá…  aunque de cierta manera,  nada de eso le importaba, solo le importaba que su Papá no estuviera cerca y sin darse cuenta, por ese motivo él también estaba enojado y triste y empezó a mostrarlo a todos… tal vez en ese momento dejo de ser Luis para convertirse en Terry. En Terry el patealoncheras.

 

Terry traía “fritos” a todos los niños del kínder, golpeaba, pateaba y era implacable con todos sus compañeritos de la escuela.  Nadie se atrevía a confrontarlo, parecía que siempre estaba dispuesto a llevar la contraria y era insoportable con todos los niños. No le gustaba ver feliz a nadie. Terry tenía su propio reino de terror infantil.

 

Pero como todo lo que empieza, algún día tiene que terminar; un día el reino de Terry llego a su fin.

 

Y ese día, ese buen día llego cuando Terry se topó con Raul.

Raul era su compañerito de clase, también tenía 5 años, pero a diferencia de Terry, Raul era un niño amable y juguetón, Jamás había peleado y era compartido con todos, vivía con sus papás y estaba orgulloso de ellos, siempre contaba a todos las actividades que realizaban juntos, para él, sus papás y sus actividades eran lo más importante. Sus papás eran licenciados y así se comunicaban entre ellos en casa:

- Buen día Licenciado – Decía la Madre,

 

- Buen día Licenciada – Contestaba el padre.

 

A Raul le gustaba mucho eso, que sus papás parecían siempre estar contentos.

 

Terry no soportaba que Raul si pudiera hacer cosas con su Papá, eso lo enfurecía y un día y sin motivo alguno, en la mitad de la clase, Terry se abalanzo sobre Raul.

 

Terry sabía que el pequeño Raul no era un rival para su furia, así que confiado, el pequeño bravucón soltó el primer y único golpe en el rostro del pequeño Raul…No pasó nada heroico,  Como era de esperarse Raul cayó al suelo y lloro… justo cuando Terry iba a soltar el segundo golpe para terminar con su fechoría, Raul a manera de instinto, buscando la protección de su Mamá, grito: Licenciada!!!...  y  al oír eso, el pobre Terry se quedó de hielo, se quedó congelado…  no pudo soltar otro golpe, se detuvo, no podía actuar ante eso…  Ese engendro que tanto miedo le causaba, estaba presente, si la licenciada se había llevado a su Papá que era grande y fuerte, el seguramente estaría indefenso ante eso… A Terry le dio pavor.

 

Licenciada!!…  esa palabra maldita en la vida de Terry lo hizo temblar, él  no quería que se lo llevaran esos demonios llamados licenciada. Ese terror lo paralizo y a partir de ese día, Terry no podía actuar mal, cada que se enojaba o sentía algún impulso violento, siempre le venía a la mente esa palabra, como si fuera una invocación de algo malo contra el… él creía que por las noches vendría ese ente, la licenciada y se lo llevaría a la cárcel  si hacia algo malo.

 

El tiempo paso y Terry primero por miedo a la licenciada evitaba ser malo y empezó a comportarse mejor, después a Terry se le olvido eso de ser malo y violento, olvido todos esos impulsos, se convirtió en un niño normal y le gusto sentirse así, le gustaba no estar siempre enojado, Terry dejo de ser el patealoncheras e  incluso se convirtió en el mejor amiguito de Raul.

 

Con el tiempo, la Mamá de Terry se consiguió un novio y aparentemente todo volvió a la normalidad.

 

Raul siguió siendo el mismo buen niño de siempre y su Mamá siguió siendo licenciada…   en nutrición.


 




jueves, 6 de febrero de 2014

El mejor hijo del mundo.


Sergio siempre les decía a todos que lo más importante para él era su familia.
Él se jactaba de venir de una familia tradicional y con valores y le gustaba mucho que la gente le aplaudiera eso, el sentía que el externar eso lo hacía ser una mejor persona.

Sergio tenía algunos años viviendo fuera de su país, él vivía en España y por sus actividades la comunicación con su familia era cada vez menos frecuente. Cuando él se fue de su casa, les llamaba a diario a su familia y les contaba todo con excelsos detalles, pero poco a poco las llamadas se hicieron menos frecuentes y menos detallistas. Pero, aun si, Sergio siempre decía que lo más importante para el, era su familia. El añoraba visitarlos, pero cuando tenía oportunidad de hacerlo, siempre surgía algo extraordinario y nunca podía, siempre pensaba: “será en las próximas vacaciones”, pero cuando llegaban esas próximas vacaciones, volvía a salir algo extraordinario: más trabajo o algún viaje a un lugar diferente y al final, el pobre Sergio siempre terminaba diciendo lo mismo: “será en las próximas vacaciones”.

En ese año a Sergio le iba muy bien en su trabajo, era reconocido por sus colegas, tenía una linda novia, buenos amigos y por las actividades comerciales que realizaba en su trabajo, él era invitado a muchos eventos sociales importantes en la ciudad. Él vivía tranquilo y cómodo hasta que un buen día, a él se le ocurrió que si él no podía visitar a su familia, el haría que su familia lo visitara. El costo no importaba, de todos modos, él siempre decía que su familia era lo más importante.

Su familia nunca fue de grandes viajes, así que esto sería una gran aventura y cuando por fin pudieron visitarlo, fue algo mágico, se abrazaron y se rieron lo que pudieron. Visitaron muchos lugares y ciudades, tomaron muchas fotos y se esforzaban por hacer cada lugar y ocasión muy especial, todos sabían que era algo que difícilmente se repetiría y estaban ansiosos por vivir y crear nuevas experiencias, nuevas anécdotas que contar y eso alegraba mucho a Sergio, porque el sentía que sus anécdotas familiares ya estaban muy cansadas e incluso  algunas habría que jubilarlas.

Los días pasaron y se fueron como llegaron: rápido, y la familia de Sergio se tuvo que ir. Él se sentía triste y reafirmaba ante todos que lo más importante para él, era su familia y cada que pensaba eso, él sin duda, se sentía el mejor hijo del mundo.

La navidad y celebración de año nuevo en esa ocasión fue diferente, todos los amigos de Sergio pudieron ir a visitar a sus familias y Sergio y su novia tenían pocas opciones, una de ellas era con una Amiga de ellos que era de la misma ciudad natal que Sergio,  ella estaba con su hermano y tampoco tenían muchas opciones y aunque casi no se conocían,  decidieron pasar la celebración de año nuevo juntos.

Sergio, gustoso de la fiesta en grande, imagino que sería algo reventado y extremadamente festivo,  pues no todos los días puedes celebrar el año nuevo! - pensaba-; pero todo fue solemne, formal y educado. Eso no le importó a Sergio, el estaba decidido a pasarla bien de cualquier manera;  hablaron del clima, de la sociedad, de política, de vinos y de cosas que él pensaba que eran de adultos.

Su amiga les contó una actividad que su familia repetía cada año nuevo y era que cada uno compartía con todos los presentes lo más importante que les había sucedido ese año. A Sergio le encanto esa idea! Y sin dudarlo quiso participar.

Uno a uno fue contando lo mejor de ese año, hubo de todo, viajes, bodas, fiestas, hijos, etc... Mientras tanto, Sergio estaba ansioso por contar lo suyo y hasta agradeció ser el último de todos.

Cuando fue el turno de Sergio, el platico emocionado y orgulloso lo mejor que le había pasado ese año...

Les conto casi llorando y con la piel de gallina, que el día 27 de abril de ese año, el había visto en el estadio Santiago Bernabeu al mejor jugador de futbol del mundo marcar dos goles en un partido memorable de semifinal de champions league, les conto que vio jugar a Messi y que la "Pulga" hizo una faena impresionante en el minuto 87, donde con sus pies de bailarina y su velocidad felina, partió desde el centro del campo, deshaciéndose de cuatro jugadores para marcar el segundo y más bello gol de la noche con un tiro cruzado suavemente ante la salida del gran portero español Iker Casillas, les conto que Messi lo hizo con gran facilidad y estética y que se veía tan superior que era como ver jugar a los niños de sexto contra los del primero de primaria... Sergio les contó que estaba en un palco y que festejo como un niño entre puros aficionados madridistas y que eso le había causado una de las mejores sensaciones y experiencias de su vida!

De repente, su novia lo interrumpió y le recordó a Sergio que después de mucho tiempo ese año lo había visitado su familia...

...Todo fue silencio.




De ese silencio que da vergüenza....


Él siempre se había jactado que su familia era lo más importante y había olvidado su visita.


Sergio ya no se sintió el mejor hijo del mundo...
Sergio se sintió el mejor aficionado del mundo.