miércoles, 13 de noviembre de 2013

La Basura de Madrid... y la hija de Doña Madrid... perdon, Doña Mary


 
No, no crean que estoy hablando acerca de los modos y formas  o cualquier tipo de herencia que haya dejado Mourinho en Madrid, ni mucho menos  de algun pseudo periodista madridista (Roncero); estoy hablando del grave problema en que se encuentra Madrid en estos momentos.
 
Desde hace aproximadamente 10 días, el ayuntamiento de Madrid anuncio recortes en su presupuesto en relacion a los servicios de limpieza, como era de esperarse los empleados de este sector inmediatamente se fueron a huelga y la ciudad ha quedado literalmente hundida en su propia basura.
 
Con todo el cariño que le tengo a la ciudad este es un tema "espinoso" para mí. Ver imágenes de la basura acumulándose en lugares emblemáticos me hace reflexionar... de verdad Madrid y su gente se merece esto? Obviamente no, pero a mi forma de ver esto es solo el reflejo de su comportamiento y de las prioridades que sus  gobernantes marcan.
 
Esta situación me recuerda una historia… En Querétaro, en la casa de mis padres siempre hemos tenido la fortuna de contar con el apoyo de alguna señora que nos ha ayudado a las labores domésticas y regularmente han sido personas con recursos limitados y/o de algún pueblo o rancho cercano a la ciudad, por lo que las condiciones de vivienda que tienen no son las más agraciadas, a veces son personas con historias complicadas, con crisis económicas, infidelidades, problemas familiares, pareciera que siempre estan luchando con el fastidio y pesadez de recorrer grandes distancias para llegar al punto de trabajo...parece algo triste o a lo mejor esa era la apariencia que querían mostrarnos, pero bueno, ese no es el punto. El punto es que en más de alguna ocasión nos tocó a mi familia y a mi asistir a una fiesta o celebración organizada por ellos, llámese bautizo, xv años, primeras comuniones, etc... y mencionare en especial una fiesta, la de los xv años de la hija de Doña Mary.
 
Doña Mary era una señora madura, fuerte, acostumbrada a trabajar duro, sus padres fueron gente de bien, de pueblo, de raza, orgullosa por lo que eran, defendían sus costumbres y sus ideales, le enseñaron a valorar el trabajo y los frutos de su trabajo; por lo tanto, Doña Mary era muy similar a ellos, amable, siempre cordial y dispuesta a ayudar, preparaba comida deliciosa y siempre sabia ofrecerte algo... y un día, nos invitó a la fiesta de celebración de xv años de su hija... no la conocíamos, y conocerla fue una sorpresa.. ya que la niña era diferente a su mama.
 
 De buena manera y con honradez, la niña estaba acostumbrada a tener comida en la mesa, pero sin conocer el esfuerzo que costaba llevarlo a su casa... por lo que tenía cierta arrogancia, arrogancia de que esa que tienen los adolescentes con sus iPhone, creyendo que tienen todo al alcance de la mano... esto principalmente era fruto de ver a otros jóvenes con más posibilidades económicas que ella, esos compañeros tenian grandes proyectos y grandes celebraciones, ella se comparaba con ellos y quería lo mismo… así que ella, exigía una fiesta igual de grande que la de sus compañero, en fin…  los xv años de Anita (así se llamaba la hija de doña Mary), fueron una celebración en grande... como solo ellos sabían divertirse.
 
Para mí, la forma de celebrarlo al principio fue sorprendente, banquetes abundantes, 200 invitados, música en vivo, bebida y baile a destajo, todo eran risas...  y después? pues despues a continuar con la vida normal, la vida dura de trabajos pesados y mal pagados para liquidar los compromisos adquiridos por esos bacanales ... así eran la mayoría de las celebraciones y de personas, tan así que se hicieron cotidianas, ya no había ni sorpresa, era normal ver tanta abundancia y sonrisa y después volver al esfuerzo, a las quejas... todo era así o sigue siendo así, sin sorpresa hasta que en algún momento me detuve a pensar en ello... me detuve a pensar: y todo esto... cuánto costo?... el esfuerzo de Doña Mary vale la pena?... y me lo preguntaba cuando observaba carencias significativas en su modo de vida que fácilmente podrían haberse subsanado ocupando los recursos que fueron destinados a la celebración de xv años de su muchachita...
Observaba que era muy importante dar la apariencia de abundancia y prosperidad económica, del bienestar familiar... por qué si no, imagínate nada más que vaya a decir Doña Toñita la de la tienda de la esquina si no le festejaban las xv primaveras a la señorita de la familia... lo importante era estar en el ojo de la sociedad, de su sociedad...no importaba que después de la fiesta faltara algo básico en la casa... de todos modos la niña estuvo contenta con su fiesta, ya después Dios dirá...decian. Todo esto sin importar las deudas y compromisos adquiridos, lo importante es que en ese momento fuera todo perfecto, todo dentro de lo que se esperaba, todo tan placido, todo tan relajante... tan relajante como tomarse una taza de café con leche en plaza mayor.
 

A qué viene todo esto?...
Pues en que veo a Madrid como a Doña Mary... con esa falta de organización en las prioridades… eso a mi forma de ver,  es lo que tiene a Madrid sumergido en su propia basura...  la opulencia y arrogancia de querer ser (sin importar las formas) una ciudad olímpica... gastando dinero en grandes banquetes, viajes para promover esa fiesta... preocupandose y creando polemicas por que a Messi le daba igual que Madrid fuera ciudad olimpica... ofendiendose por que un anciano (Blatter) en sus horas de salida dice que su idolo gasta en peluqueros, gastando y gastando consintiendo visores olimpicos... y si ese dinero se hubiera ocupado mejor para el sector de limpieza?... no se las cantidades, ni las investigare, pero seguramente hubieran ayudado en algo.

Ya me imagino al gobierno de Madrid pensando como Doña Mary... (si Madrid no es ciudad olímpica, imagínate, que van a decir los catalanes?)... .  spain is different.
 
Es una pena ver imágenes de Madrid así… de la mano de la festejada, de la hija de doña Mary… de la mano de Anita (Botella)
 
 
 
 Para cerrar este post, hoy estaba leyendo el periódico online y me encontré con un excelente artículo de Paul Hamilos, sobre este tema. Él es un periodista de The Guardian que vivió en Madrid y ahora está de regreso…
 
Pongo el link, verdaderamente no tiene desperdicio…
La historia de una pata de Jamon.
 

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